Voy haciendo una cuenta nueva, y la ando llenando de memorias tuyas… ya no eres tu, son tus recuerdos… todas las marcas que has dejado en mi, siento que tengo que verlas a diario, siento que las necesito… dije que no iba a dedicarte nada nunca más en este espacio.. pero ya vez? Ya lo volví a hacer…No sé si lo llegues a leer, no sé si me sigas leyendo, de verdad que poco o nada importa ya… leyendo conversaciones pasadas, entre reír y sollozar, por fin volví a llorar… desde que me enseñaste a hacerlo, ya no lo hacía por las puras, y estoy llorando, lo sé porque mi vista esta borrosa, y siento frescas las mejillas…
Es asombrosamente tranquilizador, y se siente como ese nudo se va disolviendo, va pasando y se siente bien… se siente mejor… pero se siente tu ausencia también, se siente el vacio también, y dicen que no durara, que pasara pronto, que me tengo que acostumbrar, pero como hacerlo si a diario reviso tus imágenes, y te hallo en todos lados, las calles llevan tu nombre, y te he descubierto en otros rostros…“Tía se parecen… no?” me dijo mi sobrina la vez pasada capturando mi atención, ya que sentada pensando en miles de cosas mientras observaba tu rostro que me medio sonreía sarcásticamente desde la pantalla de mi móvil, no me di cuenta que se inclinaba hacia mí y te observaba atentamente también, pero ella había visto algo mas, alguien más a decir verdad, que nos observaba de lejos cautelosamente, como examinándonos, le vi y desvió la mirada, sonreí de medio labio y le conteste “algo peque… se parecen en algo quizás…”, tus labios, tus mejillas, tus cejas y hasta la montura de tus lentes… se me asemejaron en un rostro extraño, un poco más joven quizás, y menos elegante tal vez… sus labios temblaron un tanto al sonreírnos y yo no dude al devolverle la sonrisa, pero seguí mirando tu imagen…. Seguí ensimismada en tu recuerdo… olvide mi alrededor hasta que casi a jalones mi sobrina me llevo hacia la parrilla de los “choripanes” devolviéndome de golpe al presente…
Otra vez estaba el en ese lugar, ahora comía un helado de vainilla, mientras nos observaba de reojo, se notaba claramente que analizaba al detalle cada uno de nuestros movimientos… asi que decidimos caminar, fuimos al baño y el nos siguió….
Malditas escaleras que hacian resonar sus pasos detras de nosotras, malditas interminables escaleras que duraron segundos que parecieron siglos, llenos de inseguridad, por que nos seguia? era lo que me preguntaba mientras me aferraba con fuerza a la manito de mi pequeña sobrina, la guiaba con (in)seguridad hacia arriba y mas arriba, el baño... por fin, entramos y el se sobreparo antes de entrar a su respectivo baño... miedo, si, miedo, me quede fuera del que ocupaba mi sobrina pensando en ti.... dibujando en mi mente tu rostro sin querer hacerlo, pero casi necesitandolo....
Y luego agua... y mas agua entre mis manos, y luego pasos... mas pasos detras de nosotras, nuevamente nos seguia... otra vez detras de nosotras, es mi paranoia o lo podia escuchar respirar? y era apacible como la tuya... en silencio te llame cerrando fuertemente los ojos, tenia miedo... y recorde que no regresarias, que no estabas y que no podias(DEBIAS) regresar...
"Seguiras protegiendome?" la pregunta asalto mi cabeza venida desde un presente pasado que parecia tan lejano ahora, y la respuesta "es que ya no hay de que protegerte..." y me derrumbe otra vez... se puso todo negro y luego mas agua... los angeles lloraban, y resoplaban sin cesar, si, afuera llovia, llovia cantaros como nunca en Lima la gris sucede, y es una lluvia de verano, y es una lluvia extraña, es una lluvia cargada de sentimientos que en mi rostro se confundia con mis lagrimas.... mas lagrimas bien lloradas... merecidamente derramadas, y luego una sonrisa, un comentario tonto y una carcajada, ya no hay miedo, al menos no por ahora, no mientras estuve tomando su mano.